Portugal y Andalucía (I): La ruta de los castillos

viernes, 6 de noviembre de 2009

Casa de las Fuentes de Conímbriga (Condeixa, Portugal)
Casa de las Fuentes de Conímbriga


La Decadencia de Conímbriga (Condeixa, Portugal)
Muralla de Conímbriga


Castelo de Pombal
Castelo de Pombal



Castelo de Pombal


Castelo de Leiría
Castelo de Leiría


Ourém (Santarém, Portugal)
Castelo de Ourém


Mosteiro de Batalha, Portugal
Mosteiro de Batalha


Óbidos
Esta ruta en varias partes tiene bastante en común con la serie "Portugal de Norte a Sur" que escribí hace unos meses. De hecho, toda la parte portuguesa es bastante complementaria, ya que me dediqué un poco a recorrer muchos de los lugares que me quedaban pendientes (y los que aún me quedan por ver).

Nuestra ruta comienza en la frontera de Tui, en Pontevedra, pero no vamos a hacer ninguna parada hasta Conímbriga, un poco al sur de Coimbra, en un lugar llamado Condeixa-a-Nova.

Conímbriga era una ciudad fundada en tiempos anteriores a la llegada de los romanos, aunque fueron estos los que la hicieron crecer y convertirse en una población importante de la ruta que unía Olisipo (Lisboa) con Braccara Augusta (Braga). Con el tiempo y la decadencia del Imperio hubo de rodearse de murallas y consiguió sobrevivir hasta la edad media, momento en el que sus últimos habitantes la abandonaron para irse a otros lugares más seguros.

Las ruinas tienen bastante extensión y no han sido excavadas ni al 30% de lo que debió ser la ciudad original. Hay muchísimo trabajo por hacer todavía, y el precio de la entrada asegura su conservación y estudio.

Proseguimos camino hacia Pombal, una ciudad con un interesante castillo de origen romano y reconstruido por los musulmanes. Conquistado por el primer Rey de Portugal, luego tendría un importante papel en la historia del país.

El castillo fue abandonado a principios del siglo XIX, tras su saqueo y destrucción por parte de las tropas napoleónicas y restaurado en varias ocasiones durante el siglo XX. Se puede visitar sin pagar ninguna entrada y las vistas que nos ofrece de la ciudad y los alrededores son preciosas.

De Pombal nos iremos hacia Leiría, uno de los castillos mejor conservados de esta parte del país, aunque no siempre fue así: a principios del siglo pasado sufrió varios derrumbes que aconsejaron su urgente restauración, habiendo conocido varias campañas de obras hasta el estado actual del mismo. El castillo de Leiría tiene una parte de palacio, ya que al perder su valor militar los reyes de Portugal lo convirtieron en una residencia con un carácter más vacacional. A sus pies podemos ver el moderno estadio construido para la Eurocopa de 2004.

Nuestra siguiente parada será el impresionante castillo de Ourém, también bastante cercano a los anteriores, está construido sobre un pico desde el que se domina toda la comarca circundante. Ourém fue la capital de su municipio hasta mediados del siglo XIX, en que se movió a su posición actual, la llamada Vila Nova de Ourém (nombre oficial: Ourém), situada en el valle, a unos cuantos kilómetros del castillo y con unas comunicaciones mucho mejores.

Al igual que Pombal fue un castillo templario, y al igual que Pombal, fue reconquistado por el primer rey del país, Afonso Henriques. Para mí, una visita muy interesante por lo espectacular de las vistas, ya que se aprecia el cambio de paisaje, entre el que se venía arrastrando desde Galicia, boscoso y ondulado y uno más llano y seco, más parecido a Castilla o Extremadura que será lo que veamos hasta el Algarve.

Desde aquí podemos dirigirnos a Torres Novas, cuyo castillo cierra a las seis de la tarde, lo cual hay que tener en cuenta para poder visitarlo. Las murallas están fantásticamente restauradas y es un parque. Por desgracia no cuento con ninguna foto en condiciones de él.

Y de aquí, a Fátima. La verdad, ha sido una decepción increíble. En pocos sitios he visto tanta magnificencia, ostentación y derroche como aquí... justo lo contrario a la piedad, la humildad y el amor al prójimo que se supone que predica el cristianismo.

Lo que vi fue un templo y otras instalaciones de un coste fabuloso, y cuyo mantenimiento llega hasta el punto de tener la piedra tan limpia como si se construyese ayer. Creo que con lo que se gastan aquí en esas chuminadas se podría ayudar a mucha gente que realmente lo necesita.

Comparar la capilla de las apariciones, modesta y muy humilde, con el resto del complejo es un contraste tan grande que llega al insulto. Al menos espero que el dinero que les sobre de mantener esa exhibición de grandeza se emplee en algo útil. Lo único bueno es que Fátima es próspera gracias a esta aberración, y que por ello mucha gente encuentra allí su sustento.

Y de una ostentación a otra, ya que estamos por aquí podemos acercarnos a Batalha, un monasterio construido para celebrar la victoria en la cercana Aljubarrota que significó la independencia portuguesa con respecto a España (bueno, una de las independencias)... y que casi les arruina el país: en efecto, el coste del monasterio fue tan astronómico que drenó los recursos del reino durante los casi doscientos años que llevó construirlo. Eso sí, arquitectónicamente es impresionante.

Desde aquí, si tenéis tiempo y la luz lo permite se pueden visitar tanto la costa (que no conozco), como Nazaré, São Pedro de Muel, São Martinho do Porto o Foz do Arelho, con la Lagoa de Óbidos... o bien visitar las salinas de Rio Maior (que tampoco conozco), y que tienen la curiosidad de estar tierra adentro y ser el producto de extraer el agua que cruza una mina subterránea de sal gema, con lo que el agua obtenida resulta siete veces más salina que la del mar.

Y finalmente, claro, visitar Óbidos. Ya se había visto en las rutas del año pasado, pero decir que es un pueblo construido dentro de las murallas del Castillo y de gran belleza y con unas vistas preciosas.

Aquí termina esta primera parte de la ruta. De Óbidos me fui hasta Sesimbra, al sur de Lisboa. Así que va a haber un pequeño salto para iniciar la segunda entrega.

El mapa

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