Serra de Tramuntana (V): Sa Calobra y su entorno

martes, 6 de enero de 2015

El Puig Major (Mallorca, Baleares)
Puig Major


Embalse de Cúber (Escorca, Mallorca)
Embalse de Cúber


Gorg Blau (Escorca, Mallorca)
Gorg Blau


El nudo de la corbata (Escorca, Mallorca)
El nudo de la corbata


Cala Tuent (Escorca, Mallorca)
Cala Tuent


Cala Tuent (Escorca, Mallorca)
Cala Tuent


Sa Calobra (Escorca, Mallorca)
Sa Calobra


Sa Calobra (Escorca, Mallorca)
Sa Calobra


Túnel de Sa Calobra (Escorca, Mallorca)
Entrada al túnel


Túnel de Sa Calobra (Escorca, Mallorca)
Túnel de Sa Calobra


Ventanas en un túnel (Sa Calobra, Mallorca)
Vista desde el túnel


Torrent de Pareis (Escorca, Mallorca)
Torrent de Pareis


Muere el torrent (Escorca, Mallorca)
Desembocadura del Torrent de Pareis


Los muchos tesoros que oculta la Serra de Tramuntana entre sus curvas, valles, torrents y cumbres darían para escribir un blog temático y no me sorprendería nada que lo hubiese.

Parece mentira, pero ya vamos por el quinto artículo que dedico en Lugares a Descubrir a esta comarca, más los varios que he añadido (y seguiré añadiendo) en Viajes por Iberia.

Desde mi punto de vista no es buena idea hablar de Sa Calobra sin referirnos a su entorno, en el municipio de Escorca, uno de los municipios más montañosos y menos poblados de la isla, pero al mismo tiempo recibe a muchos visitantes al año y es de una importancia capital para la isla.

En Escorca está el Puig Mayor, la cumbre más alta de la isla y visible, en un día bueno, desde el Tibidabo de Barcelona, ya en la península. Este pico fue más alto en el pasado, pero las obras de la base militar, gestionada y ocupada por los ejércitos español y estadounidense, le limaron unos 30 metros de altura.

En Escorca están también los embalses de Cúber y el Gorg Blau, las dos principales fuentes de abastecimiento de agua dulce para Palma de Mallorca y su área metropolitana. Aunque hoy en día son dos lugares muy agradables a la vista el Gorg Blau fue en tiempos un lugar muy apreciado por su belleza, sobre todo en la zona del viejo puente de la carretera de Sóller a Pollença. Hoy en día todo ello ha sido desplazado por el embalse y sólo existe en viejos grabados y fotografías.

Pero desde el Gorg Blau sigue saliendo su desagüe natural, el Torrent de Pareis, cuya desembocadura en Sa Calobra le da buena parte de su fama y de su atractivo.

Si venimos desde Sóller y vamos hacia Pollença el desvío hacia Sa Calobra está unos kilómetros después del Gorg Blau, en una carretera que primero es bastante recta (sobre todo para lo que es esta zona), pero que enseguida se vuelve en una endemoniada sucesión de curvas cuya peligrosidad se acrecienta por el tráfico.

Para conducir por aquí  hay que tener en cuenta varias cosas: la mayor parte de los visitantes no conoce la carretera y muchos de ellos no han visto curvas en su vida. Y se nota: tienden a invadir el carril contrario en curvas sin visibilidad, con lo que usar la bocina es importante.

Además hay muchos ciclistas en la calzada bajando a gran velocidad o subiendo a velocidad de montaña, y muchísimos autobuses cargados de turistas que bajan rápido y que tampoco tienen mucho margen de maniobra en las curvas.

Por todo ello: precaución. Y alquilad un buen coche. Un clase 1 o 2 de unos años de antigüedad por aquí es desesperante y consume como si tuviese un agujero en el depósito. Nunca entenderé cómo un coche de alquiler puede llegar, tras cinco o seis años, a estar en un estado tan lamentable.

Una cosa más sobre las curvas: en esta carretera está una de las curvas más icónicas de las carreteras españolas: la curva del Nudo de la Corbata, donde la carretera se retuerce para pasar por debajo de si misma y que, por ello mismo, ha sido utilizada varias veces para grabar anuncios.

Casi cuando hemos llegado abajo hay un pequeño desvío hacia Cala Tuent, una cala mucho más grande y abierta que Sa Calobra y que, para mi, no tiene nada que envidiarle. Tiene un pequeño embarcadero, algún restaurante y mucho más espacio para darse un baño. Me pregunto cuanta gente baja hasta Sa Calobra con idea de darse un baño y se vuelve, habiendo desistido, y teniendo esto al lado.

Finalmente, al terminar la carretera principal, se llega a Sa Calobra. Las partes más cercanas a la Cala tienen el aparcamiento restringido o prohibido y hay que aparcar un poco más lejos. De todas formas, si alguien tiene problemas de movilidad se le puede bajar en coche y luego aparcarlo.

En tiempos esta zona era bastante aislada y bucólica y hoy, aunque sigue sin estar exageradamente urbanizado, sí que cuenta con un buen número de restaurantes y algún hotel en la explanada de acceso al túnel y en la zona del aparcamiento. En lo que es la playa aún quedan algunas de las viejas cabañas de pescadores, aunque en parte reconvertidas en establecimientos hosteleros.

Si avanzamos por la explanada hacia el túnel tendremos buenas vistas del mar, donde estarán los inevitables yates de turistas adinerados fondeados y disfrutando de una vista que la mayor parte de nosotros posiblemente nunca tendremos.

Y después está el túnel. Está excavado en el escudo rocoso que separa Sa Calobra de la desembocadura del Torrent de Pareis, y ha sido acondicionado e iluminado para hacerlo más bonito. Se nota que ha sido excavado aprovechando la existencia de algunas grietas y ampliado para permitir el paso cómodo para todo tipo de públicos. En un día de calor se agradece este paseo tan fresquito.

La desembocadura del Torrent de Pareis es una especie de anfiteatro natural, coronado por altas paredes con cuevas y que termina con una angosta salida al mar entre dos enormes rocas. Esta forma tan peculiar le da una acústica natural muy apreciada y que se aprovecha para organizar conciertos de diversos tipos de música... siempre que el tiempo lo permita.

El Mapa
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